Hay ciertas necesidades que cualquier humano ha de tener cubiertas, y cuando entré en esta casa pensé que Maslow estaría de acuerdo conmigo en que esta casa nos ayudaría a cubrir muchas de ellas.
Pensé en la felicidad que podría sentir cualquier niño viviendo en esta casa, entrando y saliendo a la urbanización cuando les apetezca en un entorno seguro. ¡Que maravillosa sensación de libertad para los niños y de tranquilidad para los padres!
Y las veladas de verano en la terraza con los amigos podrían ser memorables; sobremesas que se alargan hasta la madrugada con una copa en la mano y conversaciones hasta el infinito.
Felicidad, familia, amigos... Un hogar.
A tener en cuenta: A un paso del mar, a un paso del pueblo, a un paso del centro de salud, a un paso de todo lo que necesitas...
Solo alquiler de larga estancia
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